A 7 años de su muerte Milton Friedman nos sigue enseñado |
Hace varios años que venimos
hablando de inflación y muchos economistas atribuyen la culpa a distintos
factores, la emisión, el cepo, el dólar, la falta de oferta, el exceso de
demanda, la desconfianza en el gobierno, la falta de inversión y el manejo de
las estadísticas del INDEC entre otras. Pero en este pequeño apartado quiero
que reflexionemos juntos, ahora que pasaron las elecciones, y el porqué la inflación
es 100% nuestra culpa y siempre lo fue. En esta oportunidad aprovecho la ayuda
de un gran economista que nos guiará a entender porque es nuestra culpa y no de
los gobernantes o del mismo mercado.
Si algo les gusta a los políticos
es rotularse dentro de algún “ismo”. O sos Kirchenerista o fuiste Menemista, o fuiste
Duhaldista o sos Massista. Y sobre todo lo que más les gusta es tomar prestada
corrientes de pensamientos económicos para explicar los famosos “modelos”. En los
últimos años ser liberal o neoliberal (término que sigo sin entender) significó ser el mal mismo, fue estar emparentado con el demonio mismo y ser hasta
un cipayo que es capaz de vender el alma al enemigo. En los años 90´s ser
liberal era estar de moda y ser “progre” era ser una especie de izquierdista,
sucio y desalineado, ser alguien que no entendía por donde pasaba el mundo y
estar fuera de esa moda. Estas dos construcciones irrisorias y disparatadas no
son ni más ni menos la falta de construcciones serias y de ideales concretos. No
son otra cosa que maquillajes políticos que nos quisieron vender para no
afrontar los errores que desde los mismos gobiernos, unos “progres” y otros “liberarles”
no supieron resolver.
Si a rótulos nos referimos nunca
nadie pudiera decir que un gobierno “liberal” impone una medida donde el tipo
de cambio es fijo, donde el libre juego de la oferta y la demanda no puedan
intervenir y decir qué precio tiene la moneda americana contra el peso
argentino, ¿Se acuerdan del 1 a 1 o convertibilidad? Tampoco nadie podría decir
que un gobierno “progre” es capaz de subsidiar la compra de autos importados o
de viajes a Miami y Europa. Tampoco que ese gobierno “progre” que busca la
justicia social es capaz de subsidiar a una empresa extranjera sobre el
beneficio de un empresario local. Esta ambigüedad argentina, ya clásica nos
hace dar cuenta lo disparatado de algunas medidas, y los ciclos económicos que
se van repitiendo cada 10 años donde todo explota y debemos refundarlo. Pero esto
no deja de ser ni más ni menos que nuestro error, si, nuestro error como
sociedad que no sabemos diferenciar la paja del trigo y no supimos darnos
cuenta que el real problema somos y fuimos nosotros. Pidamos ayuda a Milton
Friedman para que nos ponga en claro cual es el real problema de la inflación.
Friedman fue un estadístico,
economista, intelectual y profesor de la Universidad de Chicago estadounidense
de origen judío. Liberal y defensor de su doctrina sobre el libre mercado, Realizó
contribuciones importantes en los campos de macroeconomía, microeconomía,
historia económica y estadística. En 1976 fue galardonado con el Premio Nobel
de Economía por sus logros en los campos de análisis de consumo, historia y
teoría monetaria, y por su demostración de la complejidad de la política de
estabilización.
Escuchemos su postura sobre la inflación:
Argentina es ni más ni menos que
la máxima expresión de esta teoría o postulado, como sociedad siempre elegimos
gobiernos y esperamos que estos gasten el dinero de otros en nosotros mismo. Como
dice Friedman es fácil tirarle la culpa a los empresarios codiciosos o la forma
compulsiva de gastar el dinero que a veces tenemos, pero esto siempre existió. ¿O
cuándo tenemos baja inflación no existen empresarios codiciosos? Debe ser que
cuando la inflación es baja también bajan los índices de codicia, ¿Será alguna
especie de enfermedad?, ba! No sé.
Siempre esperamos al salvador, el
mesías, el iluminado que nos saque del pozo donde nos habían dejado los
anteriores gobiernos o dictadores. Veamos que paso en los últimos dos supuestos
procesos antagónicos “Menemismo” y “Kirchnerismo” y veamos por qué no fueron tan
antagonistas si no que fueron parte de nuestra decisión bastante parecida. Unos,
los menemistas, decían ser libertarios, liberales y ser la máxima expresión del
neoliberalismo, un estado chico que gasta poco y privatiza empresas públicas
porque el estado es ineficiente. Para, para, para! ¿No fue este gobierno el que
subió el gasto público en millones y millones de dólares, no fue este gobierno
el que fijó por una ley del congreso que el mercado cambiario no existía mas,
no fue este gobierno el que se endeudó más de lo que podía para hacer frente a
semejante gasto público? Hay algo que huele mal o a mi no me cierra, decían ser
liberales pero hacían lo que haría un progre. Ba! No sé.
Otros, los kircheristas, se decían
progres, keynesianos y que creen fuertemente en un estado presente y enorme que
todo lo ve y todo lo regula para el bien común. Un gobierno tan progresista que
beneficia a los más necesitados. Para, para, para ¿No fue este gobierno el que subsidia
empresas en cambio de subsidiar personas pobres, no es este gobierno que subsidia
el turismo al extranjero con un dólar tarjeta de $7 para que la clase media
viaje a Miami y compre autos importados, no fue este gobierno el que financió
todo esto con plata de los jubilados para que esos fondos terminen en manos de
empresarios ricos, no es este el gobierno que vive en Puerto Madero? todo tan “progre”
tan “proge” que Bue! No sé.
Más allá de las ironías lo que
quiero mostrarles es que ambos gobiernos no fueron muy distintos, el primero,
el menemismo, financió la fiesta con endeudamiento en el exterior teniendo el
tipo de cambio fijo y sin la posibilidad de hacer política monetaria. El otro,
el kircherismo, financia la fiesta con una impresora de pesos que no para ni un
minuto y ya tenemos en la calle la serie B de los Evita y las series AB de los
Roca. Los dos gastaron más de la cuenta y ¿En qué lo gastaron? En mantener el
poder, en hacer lo posible para quedarse el mayor tiempo posible en el
gobierno, sentado cómodamente en el sillón de Rivadavia y por eso seguimos
hablando hace 40 años de los mismos problemas. Es más, estoy dejando de lado la corrupción, un tema que daría para más de un post en este blog.
En resumen, como sociedad nos equivocamos, vivimos eligiendo gobiernos que nos hacen creer que somos ricos por un rato y luego que se van, somos nosotros los que tenemos que “levantar el muerto” con sangre, sudor y lagrimas. Ahora que somos conscientes que la inflación es nuestro problema espero que en 2015 las opciones dejen de ser las de siempre, que nos dejen de vender ideologías vacías y empecemos a votar por proyectos que realmente solucionen o empiecen a solucionar los problemas que venimos arrastrando hace más de 40 años. Gracias Friedman, hasta la próxima.
En resumen, como sociedad nos equivocamos, vivimos eligiendo gobiernos que nos hacen creer que somos ricos por un rato y luego que se van, somos nosotros los que tenemos que “levantar el muerto” con sangre, sudor y lagrimas. Ahora que somos conscientes que la inflación es nuestro problema espero que en 2015 las opciones dejen de ser las de siempre, que nos dejen de vender ideologías vacías y empecemos a votar por proyectos que realmente solucionen o empiecen a solucionar los problemas que venimos arrastrando hace más de 40 años. Gracias Friedman, hasta la próxima.
Francisco Mendonca
@panchomendonca
fmendonca@grupohecke.com
Hola, les recomiendo estar en Twitter con estas cosas, se difunden muy bien. Gracias x el texto, muy bueno. @molinaripixel
ResponderBorrarGracias @molinaripixel ya estamos en TW somos @grupohecke, @panchomendonca y @jorgdelossantos
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